jueves, 25 de agosto de 2011

Hipólito, ascenso meteórico y persistente



La encuesta Gallup-HOY publicada el pasado lunes 21 de agosto mostró más que la intención del voto frente a las candidaturas preferidas para el próximo 20 de mayo de 2012.

Esa encuesta es una herramienta valiosísima para otear rastros ciertos en torno a la incidencia mancomunada de lo socio cultural y lo económico sobre, en palabras de Guillo Dorfles, las preferencias electorales, la “proairesis” política. Esta entrelaza bases culturales e intereses específicos para dibujar la coyuntura política; ve razones sociológicas, económicas y culturales en las decisiones. En este caso, por qué el candidato del PLD y el gobierno incrementó su peso a un ritmo de 2.26% mensual entre mayo y agosto, 2011, a pesar de perder el 10% de apoyo entre los identificados con su organización política. Explica la dureza del voto a favor de Hipólito Mejía. Advierte que los partidos minoritarios podrían perder protagonismo que, de crecer, lo harían a contrapelo del voto PLDísta.

De esta Gallup-HOY se infiere que, de persistir la intención del voto actual, Hipólito Mejía se irá en primera vuelta con más del 60%, por el efecto cascada y gravitatorio que desencadenan los partidos mayoritarios. El PLD, que depende de ellos, será el más afectado por la polarización que parece avecinarse y que afectará la identidad del 12% de indecisos y minoritarios.

Que la candidatura PLDísta creciera gracias a las clases media alta y alta la pone sobre las brasas del fogón de las masas desposeídas.

Desde el 2 de septiembre del año 2010, en “Hipólito Mejía, discurso y legitimación”, advertimos en este diario que el discurso del ex mandatario no era tolerado sólo por determinados estratos de esos grupos sociales. La igualación técnica de las simpatías en este segmento (4%) sugieren que la simpatía de Mejía continuará creciendo.

De mayo a agosto el candidato oficialista perdió el 10% de simpatías en su partido. Hipólito Mejía, en cambio, sólo el 3.6% en el PRD. Eso es voto duro, fortaleza. A pesar de esas pérdidas, la candidatura PLDísta creció a razón de un pírrico 2.26% mensual, quedando muy lejos de la tasa de crecimiento del candidato del PRD.

Según Gallup-HOY, el 2 de diciembre del 2009 Hipólito Mejía era favorecido por sólo el 7.5% de la intención del voto en el PRD. En términos nacionales actuales esto es 4.9%. Cinco meses después, en mayo 2010, Hipólito se encaramó al 31% en el PRD, creciendo 23.5% al ritmo de 4.7% mensual. En marzo 2011, ganó con un 54.3%, creciendo 23.3% a un ritmo mensual del 2%, persistente. Y continuó creciendo hasta colocarse, en mayo 2011, en 46% nacionalmente, duplicó sus simpatías. Comparando el crecimiento en el arranque, Hipólito superó al candidato del PLD en 27.39%.

Es un fenómeno, pues, que con la candidatura PLDísta ya de frente, continúe creciendo como lo hace: en 1.9%; pasó de 46% en mayo pasado a 47.9%, según Gallup-HOY. Un ascenso meteórico y persistente.

El candidato PLDísta, en tres meses, apenas creció 2.26% mensual. Sin posibilidades de crecer más porque el voto duro de Mejía es 94% en el PRD; el del PLD de 73%. Si la seguridad de la gente por quien votará es de 68%, el 32% restante afectará las candidaturas en los siguientes porcentajes: al PLD en 27%; al PRD en un 10%. Menos gente votará por el PLD.

Mejía no solo crece más; es, también, más duro: sólo el 3.6% de los PRDístas votaría por el PLD; en tanto el 13% de los PLDístas votaría por Hipólito.

Aparte de ser pírrico frente al de Mejía, el crecimiento del candidato PLDísta luce agotado, no se le ve la placa sino los limpiabrisas, lejanísimos. A pesar de tener al país forrado de publicidad, estar apoyado por una poderosísima red mediática y por un ejército de funcionarios prometiendo empleos a “Villegas y tó’ el que llega”. Tiene que quitar las letras blancas de sus vallas publicitarias. El PRD ni está ni se irá con él. Para llevarse ese 10% tendrá que pagar mucho dinero. Aún así no compensará lo que perderá: el 17% del PLD.

Hipólito perdió 16.3% de preferencias entre los reformistas; el PLD, mucho más: 21.2%. En términos nacionales son 1.17% y 1.53%, respectivamente. Ante esas pérdidas, ¿de dónde proviene el “crecimiento” del PLD? La respuesta nos regresa a nuestra tesis: lo socio-cultural y económico gravitan sobre las candidaturas. Y afectarán el desempeño de los partidos minoritarios.

Gallup-HOY ilustran sobre: 1) el voto duro PRDísta (94%) constituye una fuerte garantía de triunfo a favor de Hipólito Mejía y alerta al aventurerismo político en esa organización; 2) por primera vez en su historia el voto del PLD aparece fraccionado en su identidad, con 10% de miembros negados a votar por su candidato.

Gallup-HOY expresa textualmente: “Aunque en los grupos de altos ingresos y de ingresos medios Mejía supera a Medina Sánchez, la distancia es, en cada caso de 4%”, focalizando las fuentes de apoyo al candidato del PLD y confirmando nuestra visión de septiembre 2010. Los ámbitos de la simpatía PLDísta son: a) la zona metropolitana, donde la variación respecto a mayo 2011 es del 9.06%; y b) el ámbito natal del candidato, el Sur, donde la variación alcanza el 8.3%.

A pesar de su crecimiento maratónico desde 2009, la candidatura del ex presidente Mejía continúa creciendo: zona Norte (0.5%), Sur (3.9%), Metropolitana (0.1%) y ¡Este (9.5%)! Si sólo el 3.2% de los PRDístas votaría por el PLD, en tanto el 13.7% de los PLDístas por Hipólito, las probabilidades de crecimiento de la candidatura PLDísta se agotaron. El PLD compite contra el campeón del crecimiento sostenido.

Esta encuesta confirma que, partiendo de que el voto de los partidos minoritarios reproduzca esta relación, Hipólito Mejía vencerá al candidato del PLD y del gobierno con más del 60%.